Cientos de casas fueron destruidas por la corriente de los ríos desbordados y pueblos completos arrasados por las repentinas inundaciones y los aludes de lodo y rocas, provocados por las intensas lluvias del tifón a su paso por el noroeste de la isla de Mindanao.
Según la policía nacional, hasta ahora se han registrado 127 muertes en la provincia de Lanao del Norte, donde se encuentra la ciudad de Tobud, la cual casi habría desaparecido; 6 decesos más en la provincia de Bukidnon, un fallecimiento en Iligan y otro en Misamis Occidental.
Se informó además que hasta 50 personas murieron en la península de Zamboanga y otras 18 en la provincia de Lanao del Sur, con lo que el número total de víctimas mortales en Mindanao asciende a 203, mientras que se tienen registradas más de 100 personas desaparecidas.
El tifón, llamado Vinta en Filipinas, golpeó Mindanao el viernes, pero la mayoría de los informes llegaron hasta este sábado debido a las dificultades que enfrentan los equipos de rescate para trasladarse y comunicarse debido al grado de devastación en la región.
Funcionarios de los gobiernos locales estiman que la cifra de víctimas aumentará a medida que los rescatistas logren llegar a las zonas afectadas por el fenómeno meteorológico en Mindanao, la segunda isla más grande del archipiélago filipino.
De acuerdo con la Agencia Meteorológica de Filipinas, el tifón cobró fuerza sobre el mar de Sulu y para el mediodía de este sábado se dirigía hacia el oeste, por lo que se pronostica que se estaría alejando del archipiélago el lunes próximo.
Filipinas registra cada año unos 20 tifones y tiene un récord de fenómenos meteorológicos que lo golpean cerca del final de año. La agencia meteorológica del país indicó que siete de ellos han flagelado sus costas el día de Navidad en los últimos 65 años.
En noviembre de 2013, el tifón Haiyan se catalogó como uno de los más mortíferos de la historia con un saldo fatal de siete mil 800 muertos en Filipinas.
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