Después de ser reportado como desaparecido, los restos del mexicano Alonso Guillén, de 31 años y quien socorría a las víctimas del huracán «Harvey» en Houston, fueron hallados ayer cuando el nivel de las aguas comenzó a bajar.
Guillén, originario de Piedras Negras, Coahuila, era beneficiario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) por llegar a Estados Unidos en su adolescencia.
El dreamer mexicano, quien era DJ, se organizó con un grupo de amigos del poblado de Lufkin, Texas, para acudir en auxilio de los afectados por las inundaciones en Houston.
Sin embargo, debido a las condiciones extremas de la tormenta, el bote en el que se desplazaban entre las aguas fue golpeado por una corriente, lo que ocasionó que sus tres tripulantes fueran arrastrados por el agua.
Al final, el único sobreviviente fue uno de los amigos de Guillén que soportó las corrientes de agua abrazado a un árbol hasta que llegaron en su auxilio.
El cuerpo de Tomás Carreón, otro de los tripulantes del bote, fue hallado el viernes mientras flotaba en un arroyo.
Después de ser buscado por sus familiares y brigadas de rescate, los restos de Alonso Guillén salieron a flote cerca de la zona donde se encontraban sus seres queridos.
Jesús Guillén, padre de Alonso, recordó constantemente la insistencia a su hijo de mantenerse a salvo durante el paso de tormenta, pero el joven quiso socorrer a los afectados.
Apesar de que el señor Guillén cuenta con la permanencia legal dentro del territorio estadounidense, al igual que su hijo debido a DACA, la madre del joven no pudo asisitir a los servicios funerarios, ya que se encontraba en proceso el trámite de su estancia legal en Estados Unidos.
Rita Ruiz, madre de Alonso, solicitó una visa humanitaria para poder ver los restos de su hijo por última vez, petición que no le fue concedida.
«He perdido a un gran hijo, no tienes ni idea (…) Le estoy pidiendo a Dios que me dé fuerza», lamentó Rita al periódico Houston Chronicle.
Con información de: EL MAÑANA
