De ser deportados los casi 800 mil “dreamers”, al menos de un cuatro a cinco por ciento, de 30 mil a 40 mil, tendrían como lugar de origen alguna población de Tamaulipas y de regresar sin que exista un plan de contención, ocasionarían una sobredemanda de empleo, servicios y lugares educativos, además de que muchos de ellos ya no tienen una familia que los apoye con casa y alimento.
Aunque ni el Gobierno Federal de México ni los estatales se han dado a la tarea de intentar hacer un censo de la nacionalidad y los lugares de origen de los “dreamers”, existen versiones de que al menos 600 mil de ellos son de origen mexicano.
En caso de deportar a los “dreamers” el proceso no sería inmediato, no podría tratarse de una operación conjunta de las policías migratorias, pues ni existe una fuerza policíaca con tal capacidad y además, se han identificado “dreamers” en los 50 estados de la Unión Americana, y al menos el 90 por ciento de ellos tendrían un juicio de deportación y serían defendidos por alguno de los grupos formados en 28 estados.
De acuerdo con la cadena noticiosa de televisión restringida CNN, cada persona deportada le cuesta unos 10 mil 800 dólares, lo que significaría que expulsar de Estados Unidos a todos los “dreamers” rondaría en los ocho mil 640 millones de dólares, sin contar la infraestructura legal, jurídica y policíaca requerida.
De acuerdo con el PEW Research Center (Centro de Investigaciones PEW) de los 5.8 millones de mexicanos que han ingresado a estados Unidos sin documentos migratorios, un cuatro a seis por ciento tienen como entidad de origen a Tamaulipas, porcentaje que sería similar al hablar de “dreamers”.
En Tamaulipas, estadísticas de la Secretaría de Educación Pública y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, señalan que ni la oferta educativa pública ni la planta laboral están preparadas para una descarga de 50 mil a 60 mil individuos en corto tiempo, pues solamente hay 112 mil espacios educativos para licenciatura y cinco mil para posgrado.
Incluso en Secundaria la matrícula actual es de 174 mil 599 estudiantes y en el sistema público, especialmente en las cinco áreas más pobladas, es escasa la posibilidad de aumentar los grupos, mientras que en educación media superior la matrícula llega a 155 mil y se podría hablar de saturación en cuanto a espacio.
Sobre la posibilidad de ofertas laborales, la entidad tiene una tasa de desocupación en jóvenes de 15 a 29 años superior a la nacional, con un 6.4 de la población económicamente activa, casi tres puntos porcentuales que la tasa general de desocupación.
Más aún, los “dreamers” llegan de una sociedad en donde los derechos laborales de la mujer han entrado en una etapa de mayor respeto y, en Tamaulipas, las mujeres ganan 25 por ciento menos que los hombres en promedio, y la tasa de desocupación en mujeres jóvenes es del 8.2 por ciento.
Entre los 44 mil trabajadores que la STPS reporta sin pago, el 62 por ciento son mujeres y la tasa de informalidad que promedia 47.1 en Tamaulipas, sube hasta el 48.4 en la población femenina económicamente activa.
Para ser un “dreamer”
Ser considerado un “dreamer” y estar protegido por DACA requiere: Haber nacido el 16 de junio de 1981 o después, haber llegado a los Estados Unidos antes de los 16 años. No tener un estatus migratorio legal, haber vivido continuamente y al menos desde los 16 años en Estados Unidos.
Tener en la actualidad al menos 15 años de edad, asistir a la escuela, o haberse graduado al menos de educación básica, o poseer el GED (General Educational Development Test) o la certificación de que se tienen los requisitos general del nivel de bachillerato estadounidense o canadiense.
También, haberse retirado de las fuerzas armadas de los Estados Unidos con una licencia “honorable”, no tener antecedentes penales y poder pasar una verificación de antecedentes.
las cifras
800 mil
“dreamers” en EU
600 mil
de ellos son de raíces mexicanas
40 mil
de origen tamaulipeco
Con información de: EXPRESO
