Un nuevo Titanic zarpará en 2022

REINO UNIDO.- Blue Star Line, del empresario australiano Clive Palmar, tiene una idea en la cabeza desde hace un par de años: hacer una réplica exacta del Titanic y navegar por la ruta original del barco, Southampton-Nueva York, solo que con un viaje previo que saldrá de Dubai.

La idea de una réplica del Titanic ha mantenido a los fanáticos del barco (y de la película dirigida por James Cameron en 1997) a la expectativa, pues se supone que en 2018 haría su viaje inaugural, pero se canceló por problemas con la empresa china que lo construiría.

Hace ya 106 años que el poderoso Titanic salió del puerto de Southampton con destino a Nueva York, en un viaje que nunca llegaría a completar. La madrugada del 15 de abril de 1912, al norte de un frío Océano Atlántico, más de mil 500 personas morían tras el choque del que entonces se consideraba en trasatlántico más grande y lujoso del mundo contra un iceberg. Apenas sobrevivieron 700, entre pasaje y tripulación. La historia del Insumergible fue conocida a lo largo de todo el siglo XX, pero su gran auge llegó en 1997 gracias al director James Cameron, que la llevó a la pantalla con un punto extra de épica y romance que le harían llevarse 11 Oscars gracias a ella.

Ahora, ese viaje volverá a repetirse, pero se espera que con final feliz. La compañía Blue Star Line (en un homenaje a la original que fletó el primer barco, la White Star Line) ha anunciado que proyecta construir y botar el Titanic II en 2022, según informa la agencia de noticias Bloomberg. El viaje sería el mismo, aunque con una etapa previa desde Dubái. Una vez establecido de nuevo en Southampton, el barco realizaría viajes regulares entre Inglaterra y Nueva York en la época de verano y cruceros alrededor del mundo el resto de la temporada, tal y como explica Lonely Planet.

Serán necesarios 500 millones de dólares para el proyecto, que pretende convertir al barco en una réplica exacta del Titanic, solo que más moderna: contará con la clásica escalinata, una piscina y una sauna a lo largo de sus nueve cubiertas, que acogerán a 2 mil 400 pasajeros y 900 tripulantes. Todos ellos redistribuidos en primera, segunda y tercera clase. Eso sí, esta vez la capacidad de los botes salvavidas será de casi 3 mil personas, en vez de apenas mil 200.

La Blue Star Line, propiedad del multimillonario australiano Clive Palmer (con una fortuna estimada de 2 mil 600 millones de euros), ya intentó crear un proyecto similar en 2012, cuyo barco llegaría en 2018. Sin embargo, la falta de financiación para la construcción y un conflicto con el gobierno chino, que lo construía, obligó a cancelarlo en 2016. Ahora, las oficinas del proyecto estarán en París y empezará, a funcionar y a contratar personal a partir de marzo de 2019.

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