Mario de 16 años mató a su madre porque no se sentía amado en México

Durante casi tres días nadie supo de Lilia. Fue reportada como desaparecida, pero en realidad estaba sin vida, enterrada a unos 200 metros de su casa, en la Colonia San Juan, en la Delegación Milpa Alta.

A la víctima, de 47 años, la estrangularon, golpearon e intentaron quemar. Al final, la sepultaron y cubrieron con maleza, consta en la carpeta de investigación.

El único sospechoso del asesinato de la mujer, hasta ahora, había sido Mario, su hijo de 16 años de edad.

La mañana del domingo, ella y Mario se quedaron solos en el domicilio. Al cuestionar a Mario, él aseguró que su madre había salido rumbo a Perisur, a hacer compras navideñas.

El esposo de Lilia y sus otros hijos no estaban. Desde las 8:00 horas, su teléfono celular mandaba a buzón.

Una llamada anónima cambio el curso de las cosas: el esposo de la mujer fue alertado de que ella estaba muerta y enterrada cerca de su vivienda.

Él y su cuñado la buscaron por horas hasta que la localizaron enterrada. Del suelo sobresalía parte del rostro.

La víctima estaba desnuda y con signos de arrastre y lucha. Ya con policías preventivos y de Investigación, su hijo Mario terminó por admitir que él la había asesinado supuestamente porque no se sentía amado.

El adolescente fue puesto a disposición de la Fiscalía del Menor, al tiempo que todos los testigos declararon ante el Ministerio Público.

Después se supo que la llamada anónima la hizo la novia del matricida. “Él me lo contó y no pude guardar el secreto”, reveló ella a agentes de la PGJ.

Fuente: MX