Rubén Moreira desafía el sistema con iniciativa para cancelar el Fobaproa

Foto: El Universal.

¿Qué pasaría si un solo gesto legislativo pudiera liberar 50 mil millones de pesos anuales para transformar la salud, infraestructura y agricultura mexicanas? El diputado Rubén Moreira Valdez lanza un misil disruptivo al corazón del sistema financiero: su tercera iniciativa para cancelar los pagos al Fobaproa, un movimiento que desafía tres décadas de dogmas económicos.

En una jugada maestra de transparencia radical, el legislador priista no solo declara saldada esta deuda heredada de la crisis de 1999, sino que reta a Morena a convertir sus críticas históricas en acción concreta. ¿Será esta la oportunidad para reescribir las reglas del juego financiero?

La propuesta preserva inteligentemente el seguro de depósitos bancarios, demostrando que proteger a los ahorradores y auditar el pasado son objetivos compatibles. Los datos son explosivos: tras recibir 840 mil millones de pesos desde 1999, el IPAB sigue reportando una deuda de 1.1 billones, incluyendo operaciones irregulares que nunca debieron transferirse al erario público.

Moreira y los expertos Mario Di Costanzo y Miguel Ángel Sulub desnudan una paradoja: mientras se perpetúa este rescate bancario, el actual gobierno ha acumulado deudas equivalentes a siete Fobaproas sin mayor escrutinio. La pregunta incómoda resuena: ¿por qué ciertos privilegios financieros siguen siendo intocables?

Esta iniciativa no es solo economía: es un experimento social que prueba si la clase política puede priorizar hospitales sobre bancos, carreteras sobre rescates. Como escribió un expresidente en su momento, a veces romper cadenas financieras es el primer paso para construir soberanía económica.

El reloj de la deuda sigue corriendo. La ciudadanía observa: ¿caerá este muro financiero o seguiremos pagando los errores del pasado mientras descuidamos el futuro?