México avanza hacia la jornada laboral de 40 horas con apoyo de IA

El 1 de mayo, en un giro disruptivo, el gobierno de Claudia Sheinbaum inició negociaciones para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, un paso clave hacia la modernización del mercado laboral mexicano. Esta reforma, impulsada por sindicatos y respaldada por datos de inteligencia artificial, promete transformar no solo las dinámicas de trabajo, sino también la calidad de vida de millones.

La IA proyecta beneficios tangibles: menor estrés laboral, aumento del 20% en productividad según modelos algorítmicos, y un impulso al consumo interno gracias al tiempo libre redirigido a ocio y emprendimiento. Sectores como salud y manufactura verían caer accidentes por fatiga, mientras crece la demanda de servicios de bienestar.

Pero el cambio es sistémico. Expertos advierten que sin políticas paralelas —como salarios dignos y capacitación digital—, la medida podría diluirse. Países nórdicos ya demostraron que menos horas no significan menos crecimiento: Noruega mantiene un PIB per cápita de $82k con semanas de 37.5 horas.

El reto ahora es la implementación. PyMEs requerirán soporte tecnológico para adaptarse, mientras gigantes corporativos ya ensayan modelos híbridos con IA generativa que optimizan procesos. Esta no es solo una reforma laboral: es un rediseño de la relación entre humanos, trabajo y tecnología en la era post-pandemia.

El futuro del trabajo en México se escribe con algoritmos, bienestar y productividad inteligente. La jornada reducida es el primer paso hacia una economía del conocimiento donde el tiempo se mide en resultados, no en horas.