México debe responder unido ante amenazas externas

Imaginemos un escenario donde las amenazas de intervención no dividen, sino que catalizan una innovación diplomática sin precedentes. Anaya no solo rechaza las declaraciones del exmandatario estadounidense Donald Trump, sino que propone un modelo de corresponsabilidad binacional que podría reescribir las reglas del combate al crimen organizado.

“La verdadera disrupción no está en elegir entre sumisión o confrontación”, afirma el legislador, “sino en crear un ecosistema de seguridad interdependiente, donde México y Estados Unidos asuman sus respectivas responsabilidades: ellos con su mercado de armas y demanda de estupefacientes, nosotros con el fortalecimiento institucional”.

Este planteamiento cuestiona dogmas de ambos lados de la frontera. ¿Qué pasaría si, en vez de tropas extranjeras, implementáramos un “T-MEC de seguridad” con mecanismos verificables? La propuesta sugiere convertir el actual choque de narrativas en un laboratorio de gobernanza transfronteriza, donde la inteligencia artificial y el intercambio de datos en tiempo real complementen -no suplanten- la soberanía nacional.

El senador enfatiza: “Estamos ante una encrucijada histórica donde podemos pasar de ser víctimas de la geopolítica a arquitectos de un nuevo paradigma. La unidad nacional no debe ser solo un escudo contra amenazas, sino un imán que atraiga soluciones innovadoras”.

Este enfoque visionario conecta puntos aparentemente distantes: desde la economía del narcotráfico hasta la diplomacia 4.0, proponiendo que la crisis actual podría ser el parto doloroso de un nuevo modelo de relaciones internacionales para el siglo XXI.