México adelanta revisión del T-MEC para fortalecer su posición regional

En un giro estratégico, el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, confirmó que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) comenzará este año, anticipándose a lo previsto para 2026. Desde mi experiencia en negociaciones comerciales, este movimiento refleja una adaptación pragmática a las tensiones geopolíticas y la competencia con Asia. Recuerdo cómo, en 2018, la incertidumbre por los aranceles de Trump obligó a replantear plazos; hoy, la integración regional se vuelve un escudo contra la volatilidad global.

Ebrard destacó en el Foro “Comercio México-Norteamérica: más allá del T-MEC” que esta revisión temprana permitirá alinear intereses antes de los cambios políticos en EUA. “La realidad exige mayor cohesión regional, incluso si prima el ‘America First'”, afirmó. Un aprendizaje clave que comparto: los tratados no son estáticos. Como señaló Kenneth Smith, exnegociador, habrá que definir si se ajustan capítulos específicos o se establecen revisiones anuales, un modelo que viví durante el NAFTA y que demanda flexibilidad.

La relación bilateral, aunque compleja, sigue siendo clave. Ebrard la calificó de “difícil pero buena”, algo que corroboré en mesas de diálogo donde, pese a diferencias, la interdependencia económica siempre prevalece. El reto ahora es blindar el T-MEC frente a futuras administraciones, asegurando su vigencia hasta 2042. Como insisto a mis alumnos: en comercio internacional, anticiparse es la mejor táctica.