México planea dominar el mercado del litio sin extraerlo aún

Foto: El Universal.

¿Qué pasaría si un país pudiera reescribir las reglas del juego energético sin siquiera extraer el recurso? México está a punto de demostrarlo. Aunque su subsuelo guarda litio virgen, el Senado discute crear el primer organismo regulador mundial para este mineral clave en la era post-fósil. Una jugada maestra que desafía la lógica extractivista tradicional.

Mientras potencias como China y EE.UU. llevan décadas explotando litio, México propone un modelo disruptivo: controlar su cadena de valor desde la gobernanza global. La reforma constitucional de 2021, que declara este “oro blanco” patrimonio nacional, fue solo el primer movimiento. Ahora, Zacatecas podría albergar la sede de una institución que regule desde la exploración hasta la fabricación de baterías.

Expertos como Dmitrii Kozlov de la embajada rusa ven en esto una oportunidad única: “El litio y las tierras raras son el nuevo petróleo, pero con un potencial limpio para movilidad eléctrica y hasta exploración espacial”. Sin embargo, el desafío es monumental. Según Luca Ferrari de la UNAM, México ni siquiera ha extraído un gramo, mientras Chile y Argentina dominan el mercado sudamericano.

La paradoja es fascinante: ¿cómo puede un país sin producción activa aspirar a liderar la regulación global? La respuesta podría estar en el pensamiento lateral. En lugar de competir en extracción, México apuesta por convertirse en el árbitro tecnológico y ambiental de la industria. Un enfoque que, de funcionar, redefiniría lo que significa ser potencia energética en el siglo XXI.

El reloj corre. Con yacimientos identificados en Sonora y Zacatecas, el país tiene los recursos humanos y técnicos, según especialistas del IPN. Pero la verdadera innovación estaría en crear un ecosistema donde la soberanía mineral se traduzca en estándares globales de sostenibilidad. Un experimento audaz que, si triunfa, podría convertir a México en el Silicon Valley de la economía verde.