Prince Royce redefine el legado musical con su octavo álbum, “Eterno”, donde fusiona la bachata con iconos como The Beatles, Elvis Presley y Stevie Wonder. Una mezcla audaz que desafía los límites del género y conecta épocas.
“Descubrí nuevos tonos en mi voz”, confiesa el artista entre risas. “Escucharme interpretar estos clásicos fue revelador: ¡suena bien!”. Su proceso creativo incluyó pruebas en spanglish, equilibrando inglés y español para democratizar el acceso a estas joyas musicales.
El reto de reinventar lo clásico
“Can’t Help Falling in Love” de Presley fue el mayor desafío: adaptar su cadencia lenta al ritmo acelerado de la bachata requirió ingenio. Royce no solo versiona, sino que reinterpreta, usando tecnología para superponer voces originales y arreglos contemporáneos.
Videojuegos como puente generacional
El artista revela cómo Grand Theft Auto: Vice City y Guitar Hero fueron su escuela informal: “Esos soundtracks me introdujeron a Fleetwood Mac y otros clásicos”. Una conexión que ahora plasma en su álbum, uniendo nostalgia y cultura digital.
Música para trascender el tiempo
“Quiero que estas canciones lleguen a jóvenes que no las conocen”, afirma. Su meta: crear piezas que evolucionen con cada generación, como hicieron “Yesterday” o “I Want It That Way”, temas que marcaron su infancia y ahora inspiran su legado.
Con 15 años dominando la escena global de la bachata y más de 70 premios, Royce consolida su reinado al modernizar lo eterno. Su fórmula: respetar el ADN de los clásicos mientras los sumerge en beats urbanos y letras biculturales.
