Congreso exige esclarecimiento tras asesinato de funcionarios en CDMX

CIUDAD DE MÉXICO.— Un manto de indignación cubrió el Congreso de la Unión tras el brutal homicidio de Ximena Guzmán y José Muñoz Vega, colaboradores cercanos a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada. ¿Fue este crimen un mensaje dirigido a las altas esferas del poder? Legisladores iniciaron la sesión con un minuto de silencio, mientras las preguntas sobre el trasfondo del ataque se multiplican.

“Exigimos el esclarecimiento de los hechos”, declaró el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, con un tono que mezclaba dolor y determinación. Pero, ¿qué intereses oscuros podrían estar detrás de este doble asesinato? La diputada Dolores Padierna lo calificó como “un ataque artero contra la democracia”, aunque llamó a evitar especulaciones inflamatorias.

Fuentes cercanas a la investigación revelaron a este medio que las autoridades analizan posibles conexiones con células del crimen organizado. “Es una actuación profesional”, admitió el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, allegado a la presidenta Claudia Sheinbaum, en una declaración que abre más interrogantes: ¿Se trató de un ajuste de cuentas o una advertencia al gobierno?

Mientras los legisladores de Morena insisten en que no habrá pactos con la delincuencia, documentos internos consultados por nuestro equipo muestran un preocupante incremento de amenazas contra funcionarios en los últimos seis meses. ¿Estamos ante una nueva estrategia de intimidación por parte de grupos criminales?

El homenaje a los funcionarios asesinados contrastó con otro minuto de aplausos dedicado a los cadetes fallecidos en el buque Cuauhtémoc, en un día donde la violencia marcó la agenda nacional. Las declaraciones oficiales prometen “combatir sin tregua”, pero expertos en seguridad consultados advierten: sin una estrategia clara, estos crímenes podrían repetirse.

Lo que queda claro es que, tras este ataque, nada volverá a ser igual en los corredores del poder. La pregunta que todos evitan formular abiertamente resuena en los pasillos: ¿Quién será el próximo?