Pedro Moreno evade preguntas sobre su detención al regresar a México

Foto: El Universal.

Seis días después de su arresto en Estados Unidos por agredir a su cónyuge, Pedro Moreno reapareció en México para anunciar su participación en una nueva producción teatral. A pesar de los intentos de la prensa por abordar el polémico incidente, el intérprete cubano mantuvo un perfil bajo, limitándose a promocionar su próximo proyecto artístico.

El programa de espectáculos “Ventaneando” captó al actor camino a los ensayos de “Secuestro”, obra dirigida por Omar Suárez, donde compartirá escenario con Arturo Carmona, Julio Camejo y Salvador Ibarra. Al notar la presencia de cámaras, Moreno aceleró el paso, mientras Camejo intentó desviar la atención, sugiriendo que todos los detalles se revelarían en la próxima conferencia de prensa.

Tras unos momentos de tensión, el protagonista accedió a breves declaraciones: “Estoy bien, contento, pero no podemos dar entrevistas todavía. Todo se aclarará en la conferencia”, afirmó con evasiva diplomacia, evitando cualquier mención al altercado doméstico que lo llevó ante un juez estadounidense.

La situación había escalado cuando su esposa solicitó ayuda a su hija para llamar al 911, tras ser despojada violentamente de su teléfono. Curiosamente, durante la audiencia judicial, la afectada restó importancia al episodio, describiéndolo como “un incidente aislado”. Moreno, por su parte, negó estar en crisis laboral -contrario a lo declarado ante el tribunal- asegurando: “Nunca he dejado de trabajar”.

Este comportamiento contrasta con lo visto en mi experiencia cubriendo casos similares: los artistas suelen manejar las crisis personales con estrategias calculadas. Moreno parece seguir el guion clásico: redirigir la conversación hacia su trabajo mientras deja que el tiempo mitigue el escándalo. Sin embargo, en la era digital, donde las noticias perduran, esta táctica rara vez funciona a largo plazo.