Conéctate con nosotros

Nacional

La CNTE paraliza el AICM y desata el caos en medio de negociaciones fallidas

El caos se apoderó del aeropuerto mientras miles de pasajeros quedaron atrapados en medio de un pulso político.

Avatar

Publicado

en


La tensión entre el Gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) escaló a niveles críticos este jueves, cuando manifestantes bloquearon los accesos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) durante más de siete horas. ¿Qué llevó a este punto de ruptura? Fuentes cercanas a las negociaciones revelan que las demandas históricas del magisterio chocaron con la postura inflexible de las autoridades, generando un efecto dominó que afectó a miles de pasajeros.

Testigos describen escenas de caos: “Era una batalla campal entre la frustración de los viajeros y la determinación de los profesores”, relata Juan Mauricio, quien perdió su vuelo a Tuxtla Gutiérrez. Documentos obtenidos por este medio muestran que la Secretaría de Marina anticipó posibles disturbios, pero subestimó la capacidad de movilización de los manifestantes. ¿Fallaron los protocolos de seguridad o hubo cálculo político detrás de la inacción inicial?

Entre los datos más reveladores:

  • 18 minutos de cierre total en pistas
  • 15 vuelos desviados a aeropuertos alternos
  • 3,200 pasajeros afectados directamente

La narrativa oficial, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, responsabiliza exclusivamente a los manifestantes. Sin embargo, entrevistas con miembros de seguridad aeroportuaria sugieren fallas de coordinación entre la SSPC y la SEMAR. “Algunos agentes estaban distraídos con sus celulares cuando comenzó el bloqueo”, confiesa un marine bajo condición de anonimato.

Lo que comenzó como una protesta pacífica derivó en actos vandálicos: cámaras de seguridad destruidas, accesos clausurados y enfrentamientos verbales entre pasajeros y manifestantes. “¡Dejen pasar a la gente que trabaja!”, gritaba una mujer mientras los profesores de Oaxaca respondían: “El paro es culpa del Estado”. Esta polarización refleja un conflicto más profundo: ¿Hasta qué punto las demandas laborales justifican afectar derechos de terceros?

Al caer la noche, quedaban preguntas sin responder: ¿Por qué se permitió que la situación escalara durante horas? ¿Qué acuerdo podría romper este ciclo de confrontación? Mientras las autoridades insisten en mantener el diálogo sólo con secretarios, los maestros advierten que intensificarán las movilizaciones. Una cosa es clara: el costo político de este pulso ya se mide en horas de caos aéreo y descontento social.

Anuncio

Ultimas Publicadas

Lo mas visto del día