Álex Palou conquista las 500 Millas de Indianápolis con dominio absoluto

La temporada 2025 de la IndyCar tiene un nombre escrito con letras mayúsculas: Álex Palou. El piloto español no solo se alzó con su quinto triunfo del año en las 500 Millas de Indianápolis, sino que además consolidó su liderato en el campeonato con una actuación magistral. ¿Qué hay detrás de esta imparable racha? Fuentes cercanas al equipo revelan ajustes técnicos clave y una preparación psicológica sin precedentes.

Tras cruzar la meta, Palou bromeó con los medios: “Probé la mejor leche de mi vida”, en referencia a la tradición de beber leche entera en la victoria. Pero más allá del gesto festivo, los datos no mienten: 306 puntos acumulados y su primer triunfo en un óvalo, un hito que muchos expertos consideraban su talón de Aquiles. ¿Estamos ante el surgimiento de una nueva leyenda?

Mientras tanto, el mexicano Pato O’Ward, cuarto en la carrera, escaló al segundo puesto del campeonato, aunque sus declaraciones dejaron un regusto amargo: “Fue la peor Indy 500 en la que he participado… los reinicios fueron caóticos”. Sus palabras contrastan con el ambiente festivo del ganador, planteando interrogantes sobre posibles fallos organizativos.

La carrera, catalogada como “El Espectáculo Más Grande en las Carreras”, vivió momentos dramáticos: desde el accidente de Scott McLaughlin en la vuelta de calentamiento hasta los abandonos de Rossi, VeeKay y Shwartzman por incidentes en pits. Sin embargo, el momento decisivo llegó 15 vueltas antes del final, cuando Palou superó a Marcus Ericsson en un adelantamiento estudiado al milímetro. ¿Fue su estrategia o simplemente superioridad técnica?

Con este triunfo, Palou no solo rompe estereotipos sobre los pilotos europeos en óvalos, sino que redefine el equilibrio de fuerzas en la IndyCar. La pregunta que queda en el aire: ¿alguien podrá detenerlo?