El Atlético de San Luis contrata a su décimo salvador europeo en cinco años

En un giro que nadie vio venir (nadie con memoria, al menos), el Atlético de San Luis presentó a su nuevo mesías ibérico, Guillermo Abascal, quien juró solemnemente “entusiasmo” ante el reto de dirigir al club que despide técnicos con la misma frecuencia con que los aficionados cambian de canal durante un partido aburrido.

Abascal, cuyo currículum incluye haber respirado el mismo aire que Pep Guardiola en algún pasillo del Barcelona, prometió revolucionar un equipo que ya tiene más planes a largo plazo que un gobierno en año electoral. “Es un proyecto ambicioso”, declaró el estratega, mientras los directivos buscaban discretamente el número del siguiente candidato en su lista de “europeos con acento que suenan bien en rueda de prensa”.

Mientras tanto, Domènec Torrent, el anterior iluminado, empacó sus tácticas revolucionarias (que, curiosamente, nunca llegaron) y dejó atrás un legado tan perdurable como un tuit de un político. Los aficionados, expertos en ciclos de esperanza y desencanto, ya preparan sus memes para el primer tropiezo del nuevo “proceso”. Al fin y al cabo, en el fútbol mexicano, la única estrategia infalible es tener siempre un chivo expiatorio con pasaporte de la UE.