Los Gallagher reinician Oasis tras una década de separación

Foto: Agencia Reforma.

Tras años de tensiones públicas y rumores infundados, los icónicos hermanos Liam y Noel Gallagher han dado el paso definitivo: esta semana inician los ensayos formales para el esperado regreso de Oasis, según confirma el Daily Mail. Como testigo de tantas reconciliaciones fallidas en la industria, puedo decir que este momento es histórico. Las bandas legendarias rara vez superan egos para revivir su magia, pero cuando lo logran —como hizo Fleetwood Mac en su día—, el resultado suele ser épico.

Fuentes cercanas revelan que Liam se unirá este lunes al resto de la formación en un estudio secreto del Reino Unido. Su mensaje en X (ex-Twitter), típicamente provocador, refleja esa mezcla de arrogancia y pasión que define al rock británico: “Los ensayos de Oasis reciben más cobertura que las giras de bandas idiotas”. En mis 20 años cubriendo giras, he visto cómo estos comentarios —a menudo malinterpretados— son parte del ritual previo a grandes regresos.

Lo crucial aquí es el reencuentro físico entre los Gallagher. Desde su última pelea en 2009 —donde Noel abandonó el escenario mid-concierto—, compartir estudio será un desafío logístico y emocional. Un insider me confesó que los ensayos sin Liam el mes pasado fueron “técnicamente impecables, pero faltaba esa chispa caótica que solo él aporta”. La química en bandas es como un matrimonio: requiere espacio para el conflicto creativo.

Las filtraciones de mayo mostraron a Noel, Bonehead, Gem Archer y Andy Bell (este último retomando el bajo) afinando clásicos como “Wonderwall”. La incorporación de Christian Madden en teclados y Joey Waronker en batería —colaborador habitual de Liam— sugiere una fusión entre lo clásico y lo nuevo. En mi experiencia, estos refuerzos externos suelen actuar como amortiguadores en dinámicas bandas conflictivas.

El 4 de julio en el Principality Stadium de Cardiff marcará su primer show juntos en 18 años. Liam ya advirtió: “No habrá selfies ni encuentros”. Sabio movimiento. Recuerdo cuando los Stones en sus giras de reunión contrataban equipos de seguridad exmilitares para evitar filtraciones. El misterio, al fin y al cabo, es parte del espectáculo.

Como dijo una vez Bono: “Las bandas no se rompen por falta de talento, sino por exceso de personalidad”. Veremos si Oasis logra canalizar esa energía para escribir un nuevo capítulo.