Conéctate con nosotros

Nacional

El lanzallamas y la paradoja migratoria en un ataque pro Palestina

Un acto violento con lanzallamas en Colorado reaviva el debate sobre seguridad y extremismo.

Avatar

Publicado

en

El lanzallamas y la paradoja migratoria en un ataque pro Palestina

En un giro tragicómico que parece extraído de un manual de cómo no resolver conflictos geopolíticos, las autoridades estadounidenses presentaron a su nuevo villano de temporada: Mohamed Sabry Soliman, un egipcio de 45 años que, en un arrebato de creatividad militante, decidió que la mejor forma de liberar Palestina era asar a un grupo de ancianos en un centro comercial de Boulder. ¡Terrorismo con estilo barbecue!

El FBI, siempre puntual en etiquetar tragedias, confirmó que el sujeto —quien gritó “¡Palestina libre!” mientras accionaba su lanzallamas casero— no estaba simplemente cocinando kebabs al aire libre. No, señores: era un “acto de terrorismo deliberado“, según el agente Mark Michalek, quien omitió mencionar si el protocolo antiterrorista incluye extintores o simplemente tweets de indignación.

La ironía alcanzó su cenit cuando se supo que Soliman había sido rechazado en 2005… pero la administración Biden le dio un permiso de trabajo tras quedarse ilegalmente. ¡Bravo por la coherencia migratoria! Stephen Miller, exasesor de Trump, resumió el absurdo: “Le negaron la visa, pero luego le dieron empleo“. ¿Próximo paso: un Pulitzer por servicios a la contradicción burocrática?

Anuncio

Mientras las víctimas —entre 67 y 88 años— lidiaban con quemaduras, la clase política competía por el premio al lugar común más trillado. El gobernador Jared Polis condenó el “odio” (originalidad: cero), y Hakeem Jeffries lo tildó de “antisemita“, como si clasificar la barbarie le restara absurdidad. ¿Alguien mencionó que el atacante usó botellas de líquido transparente? ¡Hasta los terroristas reciclan ahora!

El broche de oro: Soliman resultó herido y fue hospitalizado. Así es, amigos: en el país donde una receta médica cuesta un riñón, un pirómano recibe atención gratis. ¿No es conmovedor cómo el sistema prioriza? Mientras tanto, en Washington, otro “activista” había matado a empleados israelíes semanas antes. La moraleja: si quieres notoriedad, grita por Palestina y dispara (o quema). El algoritmo del caos sigue en beta, pero ya tiene usuarios premium.

Y así, entre visas vencidas, permisos laborales y llamas literales, Estados Unidos demuestra una vez más que su política exterior y migratoria es como un lanzallamas: todos creen saber usarlo hasta que alguien termina ardiendo.

Anuncio
Anuncio

Ultimas Publicadas

Anuncio

Lo mas visto del día