Niebla y confusión rodean búsqueda de avioneta perdida en Sinaloa

En un giro digno de una telenovela burocrática, las autoridades buscan desesperadamente una avioneta que, según testigos, se estrelló contra la sierra entre Sinaloa y Durango. El único indicio: un hombre llamado César “N” (la “N” seguramente significa “Narco” o “Ninguneado”, el sistema judicial aún no decide) que apareció milagrosamente herido en una camioneta, como si hubiera sido escupido por la montaña. ¿Piloto? ¿Pasajero? ¿O acaso un mensajero celestial de los cárteles? El misterio es tan denso como la niebla que cubre la zona.

Mientras tanto, los equipos de rescate —bien equipados con brújulas, linternas y una desesperante falta de coordinación— patrullan la zona del ejido Carrizalejo. La avioneta, una Cessna que probablemente transportaba desde medicinas hasta lingotes de oro sin declarar, sigue escondida como si jugara a las escondidas con el Ejército. Los militares, expertos en encontrar lo que no buscan, no descartan que el aparato haya sido víctima de un secuestro… por parte de la geografía.

Lo único claro en este operativo es la opacidad: ni matrícula, ni procedencia, ni certeza de que César sea realmente el piloto. Quizá sea un turista extremo que decidió saltar sin paracaídas, o un repartidor de Amazon Prime que tomó un atajo peligroso. Lo que sí es seguro es que, en esta comedia de errores aérea, la niebla no es lo único que impide ver la verdad.