En un giro digno de telenovela venezolana, los hermanos Gallagher —Liam y Noel— han decidido enterrar el hacha de guerra (probablemente en la espalda del otro) para embarcarse en lo que los medios insisten en llamar “el regreso del siglo”. Según fuentes no tan confidenciales (léase: el Daily Mail y el propio Liam en X), la banda iniciará ensayos esta semana, confirmando así que incluso el odio más legendario sucumbe ante el aroma del dinero fresco.

El vocalista, conocido por su diplomacia estilo bulldozer, anunció el evento con su habitual encanto: “Los ensayos de Oasis reciben más cobertura que la mayoría de las giras de las bandas idiotas”. Una declaración que, traducida del gallagherés, significa: “Por favor, hablen de nosotros aunque sea para odiarnos”.

Lo verdaderamente histórico aquí no es la música, sino el hecho de que Liam y Noel compartirán oxígeno en la misma habitación por primera vez desde que George W. Bush era presidente. Según testigos, el protocolo de ensayo incluye: 1) Un árbitro de la ONU, 2) Botellas de agua mineral selladas (por si acaso) y 3) Un contrato que obliga a Noel a no mencionar “aquella vez en París” y a Liam a no lanzar micrófonos al público.

La gira, que comenzará en Cardiff, promete ser un espectáculo donde el 50% será música y el otro 50%, terapia familiar en vivo. Liam ya advirtió: “No me verán, no soy un impostor, entraré y saldré”. O sea, lo mismo que ha hecho con la coherencia durante los últimos 15 años.

Mientras tanto, los fans especulan: ¿Será este el reencuentro que devuelva el rock a su esencia? ¿O simplemente un cash grab disfrazado de nostalgia? Lo único seguro es que, entre insultos y acordes de “Wonderwall”, el circo Gallagher vuelve a montar su carpa. Que Dios (o el manager) nos pille confesados.