Alicia Villarreal denuncia intento de feminicidio por parte de su expareja

La icónica cantante Alicia Villarreal ha roto meses de silencio con una revelación estremecedora: su expareja, el también músico Cruz Martínez, intentó estrangularla en un episodio de violencia extrema que, según su testimonio, estuvo a punto de convertirse en feminicidio. ¿Qué impulsó este ataque? ¿Por qué la justicia tarda en responder?

En una entrevista exclusiva con Telediario, la intérprete de éxitos como “Te Quedó Grande la Yegua” describió con crudeza el momento en que sintió la muerte cerca: “Sus manos podrían haberme dormido para siempre”. Villarreal, de 53 años, no duda en calificar a su agresor como “un cobarde” que actuó por la espalda, aprovechando su vulnerabilidad.

La señal de auxilio que casi llega tarde

Horas después del ataque, la artista realizó en pleno escenario de Michoacán el gesto internacional de auxilio para mujeres en peligro, mientras interpretaba sus éxitos ante un público que ignoraba el calvario que acababa de vivir. ¿Cuántas víctimas, como ella, deben actuar como si nada ocurriera?

“Mi mayor terror era pensar en mis hijos llorando por mí sin saber si estaba viva”, confesó la cantante, quien a pesar del trauma psicológico cumplió con su compromiso artístico. Este detalle revela una cruda realidad: la presión social y profesional que enfrentan las víctimas de violencia de género.

Documentos judiciales revelan patrones preocupantes

Tras una investigación periodística, se accedió a los expedientes de la Fiscalía de Nuevo León donde consta que Villarreal presentó denuncia formal el 16 de febrero, ratificándola tres días después ante la Fiscalía Especializada en Feminicidios. Sin embargo, fuentes cercanas al caso cuestionan: ¿por qué estos procesos avanzan a paso lento cuando la víctima es una figura pública?

“No espero justicia, la exijo”, declaró la cantautora con firmeza inusual. Sus palabras resuenan como un eco de miles de mujeres mexicanas que enfrentan un sistema que frecuentemente revictimiza. Expertas consultadas señalan que casos como este exponen las fallas estructurales en la protección a mujeres, independientemente de su estatus social.

Este testimonio no solo revela la violencia detrás de las luces del espectáculo, sino que plantea preguntas incómodas sobre cuántos casos similares permanecen ocultos tras puertas cerradas. La valentía de Villarreal al romper el silencio podría ser el detonante para que otras víctimas alcen la voz.