Musk y Trump chocan en una guerra pública que impacta a Tesla y SpaceX

Lo que comenzó como una alianza estratégica entre el expresidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk se ha convertido en un enfrentamiento digital de alto voltaje. La disputa, alimentada en plataformas como X y Truth Social, escaló rápidamente desde diferencias políticas hasta amenazas financieras y acusaciones sin pruebas.

El detonante fue la crítica pública de Musk al polémico proyecto de ley de gastos de Trump, al que calificó de “abominación repugnante”. La respuesta del exmandatario no se hizo esperar: amenazó con cancelar los lucrativos contratos federales de SpaceX y Starlink. Musk contraatacó insinuando que Trump aparece en los archivos no divulgados de Jeffrey Epstein, avivando teorías conspirativas en línea.

El conflicto tuvo un impacto inmediato en los mercados: las acciones de Tesla cayeron más del 10%, reviviendo la volatilidad que caracterizó a la empresa durante la campaña electoral. Analistas señalan que esta ruptura marca un punto de inflexión en las relaciones entre el poder político y los líderes tecnológicos que buscan influir en la agenda global.

La velocidad del distanciamiento sorprende, considerando que apenas días antes ambos compartían una despedida protocolaria en la Casa Blanca, donde Trump entregó a Musk una llave dorada simbólica. La relación, que incluyó viajes en Air Force One y reuniones de gabinete, se derrumbó tan rápido como se construyó, dejando en evidencia la fragilidad de las alianzas entre el poder político y económico en la era de las redes sociales.

Expertos en comunicación política destacan cómo este enfrentamiento refleja una nueva dinámica de poder, donde las plataformas digitales se convierten en campos de batalla para disputas que antes se resolvían tras puertas cerradas. La guerra de declaraciones continúa, con Trump afirmando que Musk “se volvió loco” y el empresario respondiendo en tiempo real desde su dispositivo móvil.

El episodio plantea interrogantes sobre el futuro de la influencia de los magnates tecnológicos en la política y cómo los líderes tradicionales manejarán estas relaciones en una era donde un tuit puede valer miles de millones.