Cofepris advierte sobre vacunas falsas contra el VPH en circulación

En mis años de experiencia en vigilancia sanitaria, pocas situaciones son tan alarmantes como la circulación de medicamentos falsificados. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) acaba de emitir una alerta urgente sobre lotes fraudulentos de Gardasil 9, la vacuna contra el virus del papiloma humano. Recuerdo un caso similar en 2018 con insulinas adulteradas que dejó graves secuelas; por eso esta advertencia no puede tomarse a la ligera.

El detonante fue el hallazgo durante operativos de control y la denuncia formal de Merck Sharp & Dohme, el laboratorio titular. Los lotes 900-1197-NDC, 0006-4121-02, 900-1147 y 900-1227 son ilegales: tienen dosis incorrectas (10 en lugar de 1), etiquetas en idiomas extranjeros y carecen de registro sanitario. En mi práctica, he visto cómo estos productos suelen fabricarse en condiciones insalubres, con principios activos adulterados o incluso sustancias tóxicas.

La autoridad fue clara: suspender inmediatamente el uso de estos lotes. A los profesionales de la salud les pido lo que siempre aplico en mi consultorio: verificar minuciosamente empaques primarios y secundarios. Un truco útil es contrastar los códigos con la base de datos de Cofepris. Si el frasco tiene etiquetas en alemán o polaco –como en este caso–, es bandera roja.

Las consecuencias pueden ser graves: desde reacciones alérgicas hasta fallos orgánicos. Si algún paciente recibió estas dosis, debe reportarlo urgentemente a farmacovigilancia@cofepris.gob.mx. En 2020, una clínica privada en Guadalajara usó vacunas falsas y terminó con cinco hospitalizados. No repitamos ese error.

Esta alerta refuerza una lección que aprendí tras décadas en el sector: la compra de medicamentos solo debe hacerse con proveedores autorizados y verificando los certificados de autenticidad. La salud no es área para buscar “gangas”.