Conéctate con nosotros

Nacional

Matrimonio infantil en Oaxaca expone la farsa del progreso social

Una boda que revela las grietas de un sistema que normaliza la infancia robada.

Avatar

Publicado

en

En un rincón olvidado de Oaxaca, donde el siglo XXI parece una leyenda urbana, un grupo de valientes ciudadanos se atrevió a denunciar lo impensable: niños jugando a ser adultos. Sí, en San Juanito Yosocani, la Disneylandia del patriarcado, dos menores fueron protagonistas de un reality show macabro que mezcla bodas precoces, alcoholismo infantil y una dosis generosa de indiferencia estatal.

Las imágenes, más propias de un guion distópico que de una comunidad real, muestran a dos adolescentes disfrazados de novios en un ritual que huele a opresión enlatada. “Es simbólico”, dicen las autoridades, como si el símbolo no fuera el primer paso hacia la normalización de la barbarie. Mientras tanto, las estadísticas —esa molesta costumbre de llevar la contraria al discurso oficial— revelan que en México, una de cada cinco niñas elige entre la muñeca y la maternidad antes de cumplir 18 años. ¡Qué emoción! ¿Prefieres la Barbie o el pañal?

GESMujer, esos aguafiestas profesionales, insiste en que esto no es un cuento de hadas, sino un manual de instrucciones para perpetuar la pobreza. “Las niñas deben ser esposas, los niños deben ser machos”, repite el mantra ancestral mientras el Estado, ocupado en repartir folletos de equidad de género, mira para otro lado. Porque, claro, ¿para qué invertir en educación si puedes casar a tus hijas y convertirlas en problema de otro?

Anuncio

Y así, entre brindis con mezcal y discursos vacíos, Oaxaca nos regala otra joya de su catálogo de absurdos: un sistema que condena a los niños a ser lo que nunca debieron ser, mientras los adultos juegan a no darse por aludidos. ¿Avance social? No, gracias. Aquí preferimos la tradición… aunque arruine vidas.

Anuncio

Ultimas Publicadas

Anuncio

Lo mas visto del día