La OEA cuestiona la elección judicial en México y el PAN exige cambios

En un giro revelador, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha puesto bajo la lupa el controvertido proceso de elección judicial en México, despertando un llamado urgente del Partido Acción Nacional (PAN) para rectificar el sistema. Con una participación ciudadana de apenas el 13%, la designación de 2,681 cargos judiciales ha quedado marcada por irregularidades que desafían los principios democráticos.

Ciudad de México.- Los legisladores panistas han lanzado un desafío directo al gobierno: adoptar las recomendaciones de la OEA o enfrentar el colapso de la credibilidad institucional. El senador Marko Cortés, voz crítica del PAN, subraya que la independencia judicial no es negociable. “Un poder judicial débil es el primer paso hacia el autoritarismo”, advierte, cuestionando un proceso que, según la OEA, careció de transparencia y equidad.

¿Qué pasa cuando un sistema diseñado para proteger la democracia se convierte en su mayor amenaza? La OEA ha respondido con claridad: el modelo mexicano no debe replicarse. Jorge Romero Herrera, líder del PAN, lo define como un “experimento fallido” que pone en riesgo la división de poderes. “No es reforma, es regresión”, sentencia, revelando una paradoja: un gobierno que prometió cambio está reviviendo prácticas del pasado.

La diputación panista, con Daniel Chimal a la cabeza, ha elevado el tono, exigiendo a la presidenta Claudia Sheinbaum replantear su postura ante organismos internacionales. “Descalificar a la OEA no resuelve los problemas; los agrava”, afirma, en un llamado a priorizar la diplomacia sobre la ideología. La advertencia es clara: México no puede permitirse el lujo de aislarse mientras su sistema judicial se tambalea.

Este no es solo un debate legal, sino una batalla por el futuro de México. La OEA ha encendido una alarma que el PAN amplifica: sin jueces independientes, no hay democracia. ¿Está México dispuesto a escuchar antes de que sea demasiado tarde?