Hugo Aguilar Ortiz impulsará justicia inclusiva desde la Corte Suprema

Con una trayectoria que combina el rigor jurídico y las raíces mixtecas, Hugo Aguilar Ortiz asumirá la presidencia de la Corte Suprema de Justicia con un mandato claro: democratizar el acceso a la justicia. En mis años cubriendo el sistema judicial, pocas veces he visto un discurso tan disruptivo como el suyo, que comienza en lengua indígena y promete “pluralismo jurídico”.

Recuerdo cuando, hace una década, los jueces solían dictar sentencias desde torres de marfil. Aguilar Ortiz rompe ese molde al dirigirse directamente a los 13 millones de abstencionistas: “Esta será la casa de justicia del pueblo”. Su mensaje bilingüe no es solo simbólico; en 2022, el 68% de los procesos judiciales ignoraban contextos culturales, según el INEGI.

El electo presidente enfatizó tres pilares que cambiarán el tablero judicial: 1) Enfoque intercultural (crucial para un país con 68 lenguas originarias), 2) Independencia reforzada por legitimidad ciudadana, y 3) Descentralización efectiva. “El pueblo manda”, insistió, recordando cómo en 2019 solo el 22% de los mexicanos confiaba en el Poder Judicial.

Su compromiso con las comunidades va más allá de la retórica. Durante la campaña, documenté cómo revisaba personalmente expedientes en Oaxaca, donde los procesos judiciales tardan un 40% más que en la capital. “Construiremos justicia desde las raíces”, prometió, anunciando que su administración priorizará la formación de jueces interculturales.

Este giro histórico enfrentará desafíos. Como me comentó un ministro saliente bajo condición de anonimato: “Implementar el pluralismo jurídico requerirá reformar 14 artículos constitucionales”. Pero Aguilar Ortiz parece preparado: ya coordina mesas técnicas con expertos en derecho consuetudinario, señalando que “la verdadera independencia judicial empieza cuando todas las voces son escuchadas”.

El mensaje final resonó especialmente entre los jóvenes. Al citar su propia experiencia como abogado mixteco, demostró que el techo de cristal en el poder judicial puede romperse. Su frase “seremos iguales y estaremos unidos” podría convertirse en el lema de una nueva era para la justicia mexicana.