Explosión en base de EEUU en Okinawa deja cuatro soldados heridos

TOKIO — Cuatro efectivos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón sufrieron heridas leves tras la detonación inesperada de un artefacto bélico en una instalación de almacenamiento dentro de la Base Aérea de Kadena, gestionada por Estados Unidos en Okinawa. Según autoridades locales, el incidente ocurrió durante labores de inspección de municiones residuales de la Segunda Guerra Mundial.

Los militares, adscritos a un equipo de desactivación, presentaron lesiones en las extremidades superiores al manipular un proyectil corroído. Aunque el episodio no revistió gravedad, reactivó las preocupaciones sobre el riesgo latente de los más de 1.800 toneladas de explosivos sin detonar que aún persisten en el archipiélago, vestigio de los intensos combates de 1945.

La Fuerza Aérea estadounidense aclaró que su personal no participaba en las operaciones, realizadas en un área bajo administración japonesa. Mientras, equipos forenses analizan si fallas en los protocolos de seguridad o el deterioro del material bélico causaron la ignición espontánea.

Este suceso se suma al reciente estallido de una bomba vintage en el aeropuerto de Naha, evidenciando los desafíos que enfrenta Japón al gestionar su herencia bélica en plena era de expansión urbana y desarrollo tecnológico. Expertos en logística militar urgen modernizar los sistemas de detección y neutralización con inteligencia artificial y robótica avanzada.

Okinawa, escenario del 20% de los hallazgos anuales de artefactos sin detonar, sigue pagando el precio geopolítico de su estratégica ubicación. Colectivos ciudadanos exigen acelerar la limpieza de estos peligrosos vestigios mientras el gobierno debate la redistribución de bases militares en el marco del nuevo pacto de seguridad regional.