La fiscalía busca pistas entre flores sin cámaras y entrevistas de influencers

En un giro que hubiera dejado pálido hasta al más creativo guionista de telenovelas, la fiscalía estatal se encuentra rastreando a un fantasma: el comprador de un ramo de flores que, según fuentes oficiales, prefirió hacer sus compras en el único establecimiento del país sin cámaras de seguridad. “Sí, sabemos que existe… pero es como el yeti: todos hablan de él, nadie lo ha visto”, declaró el fiscal Salvador González de los Santos, mientras revisaba su colección de expedientes sin resolver.

El ramo en cuestión, adornado con un lacónico “lo siento”, fue enviado al salón donde asesinaron a la influencer Valeria Márquez. “Curiosamente, el asesino eligió disculparse con flores, pero no con el gesto de no matarla”, ironizó un analista mientras los investigadores revisaban grabaciones de… oh, esperen, no hay grabaciones. “Es como si el culpable supiera que en México las cámaras solo funcionan para grabar chistes políticos, no crímenes”, añadió.

Mientras tanto, la fiscalía confirmó que están “analizando” declaraciones hechas en entrevistas con influencers, porque en el siglo XXI la justicia se construye entre historias de Instagram y testimonios en TikTok. “Todo cuenta, incluso los comentarios de haters”, explicó un portavoz, mientras un equipo de investigadores intentaba descifrar emojis en los mensajes directos de la víctima.

En otro episodio de esta tragicomedia judicial, el fiscal mencionó “avances” en el caso de la regidora Cecilia Ruvalcaba, aunque se negó a dar detalles porque, al parecer, en México los avances son como los unicornios: todos creen en ellos, pero nadie los ha visto. Y como bonus track, confirmó que el litigio de tierras podría estar detrás del asesinato de un exlegislador, porque en este país matar por un pedazo de tierra es tan común como estacionarse en doble fila.

Mientras las cámaras siguen sin aparecer y las declaraciones se multiplican en redes sociales, solo queda una certeza: en este país, hasta los ramos de flores tienen más misterio que las investigaciones judiciales.