Los Alegres del Barranco y su concierto de fantasmas corporativos

En un giro que ni el más creativo guionista de telenovelas hubiera imaginado, Los Alegres del Barranco demostraron que su talento no se limita a cantar narcocorridos, sino que también son virtuosos del arte de la contabilidad creativa. Según reveló el fiscal de Jalisco, la agrupación utilizó una empresa tan real como los unicornios para firmar el contrato de su concierto en el Auditorio Telmex. ¡Qué sorpresa! Nadie podía prever que detrás de un grupo que glorifica a capos habría movimientos financieros tan… digamos, “imaginativos”.

El fiscal, con la cara más seria que un noticiero matutino, explicó que las actas constitutivas de la empresa en cuestión tenían más agujeros que el argumento de una película de acción. “No se dedican a la producción de conciertos”, dijo, como si eso fuera lo más escandaloso del asunto y no el hecho de que un grupo bajo investigación por apología del delito haya cobrado 5.8 millones de pesos por un show. Pero tranquilos, la Fiscalía ya aseguró el dinero… aunque, considerando la eficiencia habitual de estas instituciones, probablemente lo “aseguraron” en una cuenta de las Islas Caimán.

Lo más hilarante es la propuesta del gobernador: que los músicos den conferencias o conciertos con “mensajes positivos” para reducir su condena. ¡Brillante! ¿Por qué no les piden también que organicen talleres de ética empresarial mientras están en ello? Eso sí, el fiscal recordó que el Código Penal no contempla “arrepentirse artísticamente” como atenuante. Aunque, siendo honestos, en este país la justicia es como un albur: todo depende de cómo lo interpretes.

Mientras tanto, Los Alegres del Barranco podrían lanzar un nuevo éxito: “El corrido de la empresa fantasma”, porque si algo saben hacer bien, es convertir las metáforas en realidad. Y la Fiscalía, por su parte, sigue buscando pistas… aunque, por el ritmo de la investigación, probablemente las encuentren justo cuando el dinero desaparezca tan misteriosamente como apareció.