Kate del Castillo urge a migrantes a responder con dignidad ante redadas

Con la serenidad que dan años de activismo, Kate del Castillo alzó su voz desde Los Ángeles para abordar la creciente tensión que enfrentan los migrantes latinos bajo las redadas del gobierno de Trump. “He visto cómo el miedo paraliza comunidades enteras”, compartió la estrella de La reina del sur, recordando cómo en 2019 ayudó a familias separadas en la frontera. Su consejo es claro: “La provocación busca nuestra reacción violenta; respondamos con unidad inteligente”.

En un video viral con su playera “México, mi amor”, la actriz desmenuzó la estrategia política detrás de estas acciones: “En mis 20 años aquí, aprendí que cuando te señalan, es momento de brillar con educación y organización”. Criticó el discurso divisivo desde el poder, pero insistió en que “nuestra verdadera fuerza está en redes de apoyo mutuo, como las que tejimos durante las deportaciones de Obama”.

La veterana actriz no solo habla: propone acciones concretas. “En 2017, creamos un fondo legal con Eva Longoria”, reveló, destacando cómo artistas como Eugenio Derbez y Marco Antonio Solís ahora replican el modelo. Su llamado resonó entre los 10 millones de seguidores que atestiguaron su evolución de estrella de telenovelas a portavoz estratégica: “El cambio real viene de documentos en regla, no de gritos”.

Tras las declaraciones de Trump sobre “salvar” Los Ángeles, Kate ironizó: “En mis años en Hollywood, nunca vi telescript tan absurdo”. Expertos coinciden con ella: las redadas coinciden curiosamente con temporadas electorales. Mientras alcaldes como Karen Bass denuncian la teatralidad política, la mexicana concluye con un aprendizaje de vida: “Cuando te atacan, sonríe y gana con hechos”.

Este no es un mensaje más: es la voz de quien conoce ambos lados de la frontera. Como me dijo un día mientras grabábamos en Tucson: “El antídoto contra el odio no es el silencio, sino la voz educada”. Hoy, esa lección resuena en cada familia migrante que elige protestar con actas notariales en mano, no con piedras.