El INE anula 11 casillas por votación atípica en tres estados

CIUDAD DE MÉXICO.- El Instituto Nacional Electoral (INE) ha decidido invalidar los resultados de 11 casillas en Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde la participación electoral superó el 100% de los votantes registrados durante los comicios del 1 de junio. Este fenómeno, estadísticamente improbable, ha encendido las alarmas sobre posibles irregularidades en el proceso democrático.

En Chiapas, seis de estas casillas mostraron cifras imposibles: tres en el distrito 7 de Tonalá registraron participaciones de 101.90%, 100.53% y 100% respectivamente. Paradójicamente, este estado presentó el menor porcentaje de votos nulos (6%) y boletas en blanco (7%), junto con una de las participaciones más altas a nivel nacional (16%).

Los casos más llamativos incluyen la casilla 657, donde votaron 1,020 personas pese a tener un padrón de 1,001 electores. Situaciones similares ocurrieron en Bochil (100.6%) y Las Margaritas (100.48%), desafiando toda lógica estadística.

Guerrero presentó cuatro casos preocupantes: dos en Zihuatanejo, uno en Chilpancingo y otro en Ciudad Altamirano, este último ya bajo escrutinio por actividades del crimen organizado que obligaron a suspender elecciones en cuatro casillas antes del día de votación.

El caso más extremo se registró en Pátzcuaro, Michoacán, donde la casilla 627 recibió 770 votos con un padrón de 754 personas, alcanzando un insólito 102.12% de participación. El INE reconoce tres casos donde superar el 100% sería justificable por transferencias de votantes autorizadas, pero mantiene bajo investigación los demás.

El documento oficial menciona otras anomalías preocupantes: “casillas zapato” con votos únicos a candidaturas sin listados nominales, y secciones donde no se pudo disuadir el uso de “acordeones” (material de apoyo prohibido). También se investigan casillas con participaciones superiores al 50% donde físicamente habría sido imposible atender a tantos electores.

Mientras el Consejo General permanece en receso para completar la información faltante en algunos apartados, estos hallazgos plantean preguntas incómodas sobre la integridad del proceso electoral en zonas tradicionalmente conflictivas. ¿Representan estos casos errores administrativos, fallas en el sistema o intentos deliberados de alterar los resultados? La respuesta podría redefinir los protocolos de seguridad electoral en México.