El Pajarraco evade acusación por Ayotzinapa pero sigue preso

CIUDAD DE MÉXICO.- Juan Miguel Pantoja Miranda, alias “El Pajarraco”, logró eludir la acusación por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa debido a insuficiencia de pruebas, aunque fue vinculado a proceso y enviado a prisión por su presunta vinculación con la organización criminal Guerreros Unidos.

Desde 2014, las autoridades señalaron a Pantoja Miranda como una pieza clave en el caso, al atribuirle el traslado de los normalistas al basurero de Cocula, donde supuestamente fueron incinerados. Sin embargo, la jueza Raquel Duarte Cedillo determinó que no existían elementos suficientes para procesarlo por desaparición forzada, aunque sí por delincuencia organizada.

El fallo judicial revela una grieta en el caso: mientras testigos protegidos y sobrevivientes no lo señalan directamente en la desaparición, sí lo vinculan a otras actividades ilícitas. “Las declaraciones no lo colocan en la escena del crimen, sino en otros delitos”, argumentó la magistrada, destacando la falta de pruebas contundentes para sostener la acusación principal.

Incluso su propia confesión ante la CNDH en 2018, donde admitió cierta participación en los hechos de Iguala, fue desestimada por la jueza, quien resaltó que su rol se limitó a informar movimientos sospechosos, sin uso de armas ni contacto directo con las víctimas.

La decisión judicial subraya un patrón recurrente en casos de alto impacto: la dificultad para probar delitos complejos como la desaparición forzada, que exige demostrar la privación de libertad y la ocultación intencional del paradero de las víctimas. Mientras tanto, “El Pajarraco” permanecerá en el penal del Altiplano, aunque solo por uno de los cargos.

Este fallo reabre el debate sobre la impunidad y los obstáculos procesales en crímenes que han conmocionado a México, dejando preguntas sin respuesta y mostrando las limitaciones del sistema para alcanzar justicia plena.