Corte Suprema revisará apelación de centro religioso sobre investigación de aborto

WASHINGTON, D.C.—La Corte Suprema de Estados Unidos ha decidido intervenir en un caso que podría redefinir los límites entre la libertad religiosa y la regulación estatal en materia de salud reproductiva. El máximo tribunal aceptó revisar la apelación de First Choice Women’s Resource Centers, un centro de embarazo de Nueva Jersey acusado de engañar a pacientes al ocultar que no ofrece servicios de aborto.

La investigación, iniciada en 2023 por el fiscal general demócrata Matthew Platkin, exige documentos sobre donantes, publicidad y personal médico del centro. Sin embargo, la organización—autodenominada “provida y basada en la fe”—ha resistido la citación, alegando violaciones a la Primera Enmienda. ¿Se trata de una protección legítima de derechos constitucionales o de un intento por evadir el escrutinio sobre sus prácticas?

Documentos judiciales obtenidos por este medio revelan que First Choice operaría bajo el modelo de los “centros de crisis de embarazo”, entidades que—según críticos—disuaden el aborto mediante información sesgada. “Han eludido durante años responder sobre posibles engaños”, declaró Platkin, quien denuncia un “trato especial” injustificado.

El caso llega a la Corte en un contexto explosivo: tres años después de que el mismo tribunal revocara Roe v. Wade, desatando una ola de prohibiciones en estados republicanos. Testimonios de exempleados—que hablaron bajo condición de anonimato—sugieren que el centro prioriza la agenda religiosa sobre la asesoría médica imparcial. “Nos entrenaban para minimizar los riesgos del parto y exagerar los del aborto”, confesó una fuente.

Mientras tribunales inferiores rechazaron intervenir por prematuridad, la Corte Suprema podría establecer un precedente clave: ¿Hasta dónde puede un estado investigar a organizaciones religiosas? Expertos consultados advierten que la decisión afectará no solo este caso, sino futuros enfrentamientos entre libertad de culto y derechos reproductivos. La audiencia, prevista para octubre, promete revelaciones incómodas para ambos bandos.

Con negociaciones estancadas y documentos clave aún retenidos, una pregunta queda flotando: ¿Qué teme más First Choice que se descubra?