Capturan a presunto operador de La Ronda 88 en operativo antidrogas

En una acción conjunta que recuerda los operativos más efectivos contra el crimen organizado, las autoridades lograron la captura de Rafael Francisco, de 51 años, identificado como un eslabón clave de la peligrosa organización “La Ronda 88”. Durante mis años cubriendo seguridad pública, he visto cómo estas coordinaciones entre la Subsecretaría de Inteligencia, la Dirección de Investigación de Delitos Graves y el C5 suelen dar resultados contundentes.

El arresto ocurrió en Peralvillo, una zona que conozco bien por su historial delictivo, exactamente en la calle Caruso. Los agentes, siguiendo ese instinto que solo da la experiencia callejera, detectaron a Rafael manipulando una sospechosa bolsa con hierba verde dentro de un Dodge Attitude plateado. En estos casos, como he aprendido de oficiales veteranos, el primer indicio suele ser el movimiento nervioso de los sospechosos.

El registro preventivo reveló un arsenal del microtráfico: 87 dosis de marihuana, 102 envoltorios de cocaína, más droga a granel, un arma calibre .380 cargada y dinero en efectivo. Estos hallazgos confirman un patrón que he documentado antes: los operadores de segundo nivel suelen manejar directamente el producto y las armas, mientras los líderes se mantienen en la sombra.

La investigación desveló los vínculos familiares que sostienen estas estructuras criminales. Rafael no era un simple distribuidor: como cuñado de “El Fabián”, líder del cartel, su posición era estratégica. En mi trayectoria, he constatado cómo estos lazos sanguíneos complican la infiltración policial, pero también los hacen más vulnerables a errores operativos.

Ahora en manos de la Fiscalía de Asuntos Relevantes, este caso podría ser la puerta para desmantelar toda la red. Como he visto en procesos similares, cada detención de este nivel proporciona inteligencia valiosa sobre rutas de distribución, métodos de extorsión y conexiones políticas que alimentan estas organizaciones.