Ernesto D’Alessio redefine el debate sobre orientación sexual con humor

Ernesto D’Alessio, un artista que ha desafiado convenciones desde sus inicios, aborda con ironía y seguridad los rumores sobre su orientación sexual. En lugar de caer en la trampa de los estereotipos, el cantante y actor transforma el cuestionamiento en una reflexión sobre la intolerancia y la diversidad. “Si ser gay fuera un insulto, estaríamos retrocediendo como sociedad”, afirma con una sonrisa, desmontando prejuicios con elegancia.

En el marco de su próximo estreno en Alberto, el musical, D’Alessio no solo habla de arte, sino de identidad. Rechaza la idea de que su apariencia o gestos deban definir su sexualidad, y cuestiona: “¿Por qué asociamos delicadeza con homosexualidad? Es una limitación absurda”. Su postura no es defensiva, sino disruptiva: en lugar de negar rumores, los usa para exponer la hipocresía de quienes los propagan.

Con un tono provocador, el hijo de Lupita D’Alessio incluso bromea: “Si algún día elijo a un hombre, será alguien extraordinario, no un personaje patético”. Su mensaje es claro: la orientación sexual no define el valor de una persona, pero la intolerancia sí revela la pequeñez de quien juzga. “El verdadero escándalo no es ser gay, sino seguir pensando que es un tema relevante en 2025”, sentencia.

Al cerrar el tema con sarcasmo y lucidez, D’Alessio no solo se reafirma a sí mismo, sino que invita a la sociedad a evolucionar. “Prefiero sembrar duda que dar respuestas obsoletas”, concluye, dejando una pregunta en el aire: ¿Por qué seguimos obsesionados con etiquetas en lugar de celebrar la autenticidad?