Zelenskyy denuncia el caos en los intercambios de prisioneros con Rusia

KIEV, Ucrania

El líder ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, reveló un hecho perturbador: al menos 20 soldados rusos fallecidos fueron repatriados por Moscú en recientes intercambios, evidenciando la desorganización del Kremlin en estos procesos. Este episodio, según Zelenskyy, refleja la negligencia de las autoridades rusas hacia sus propias tropas, incluso en la muerte.

Entre los cuerpos recibidos por Ucrania se encontraba un ciudadano israelí, aunque las identidades exactas no fueron divulgadas. “Nos devolvieron los cadáveres de sus soldados como si fueran desechos. Esta es su visión de la guerra y de quienes la libran”, declaró el mandatario, mostrando documentos que confirmaban la nacionalidad rusa de algunos fallecidos.

Estos intercambios, aunque macabros, son el único avance concreto de las negociaciones de paz en Estambul. Sin embargo, Zelenskyy cuestiona las intenciones reales del Kremlin: “Rusia negocia para aliviar presiones internacionales, no para poner fin al conflicto”. La desconfianza crece, especialmente tras el uso de misiles nucleares tácticos en noviembre, una escalada que redefine el panorama bélico.

La sombra de Irán también se cierne sobre el conflicto. Zelenskyy denunció que Teherán ha provisto a Moscú de drones, misiles y tecnología letal. “Su colaboración militar nos ha costado vidas. Que ahora sus fábricas estén bajo presión es una luz tenue en esta guerra”, afirmó, sin endorsar explícitamente los ataques israelíes.

En un giro estratégico, Ucrania busca acelerar su producción armamentística con apoyo europeo, incluyendo interceptores domésticos contra drones Shahed. Zelenskyy propuso a Occidente destinar el 0.25% de su PIB a fortalecer la industria de defensa ucraniana, mientras espera respuestas a una lista de armas solicitadas a EE.UU., que incluye sistemas Patriot.

Con una posible asistencia a la próxima cumbre de la OTAN, Zelenskyy insiste en que la comunidad internacional debe ejercer mayor presión sobre Putin: “La diplomacia necesita un nuevo impulso, pero con acciones concretas, no solo palabras”. La incertidumbre persiste, pero Ucrania no se detendrá en su lucha por soberanía y seguridad.