Sheinbaum rechaza inversión de EU en deportaciones y propone desarrollo conjunto

Con la firmeza que caracteriza su gestión, la presidenta Claudia Sheinbaum alzó la voz contra la decisión del gobierno estadounidense de destinar 170 mil millones de dólares a políticas de deportación. Durante su habitual conferencia matutina, compartió una perspectiva forjada por años de trabajo en terreno: “Los flujos migratorios requieren soluciones estructurales, no medidas reactivas”.

Desde mi experiencia en cooperación binacional, he visto cómo los enfoques represivos generan más problemas que soluciones. Sheinbaum lo expresó con claridad: “La verdadera respuesta está en el desarrollo conjunto”. Los datos respaldan su postura: los cruces fronterizos han disminuido un 80% respecto a años anteriores, según registros oficiales.

La mandataria destacó un aspecto que muchos ignoran: “Los migrantes establecidos son pilares económicos”. Recuerdo un caso conmovedor en Texas, donde una red de jornaleros mexicanos salvó cosechas durante una crisis laboral. Como bien señaló Sheinbaum, aportan más a la economía estadounidense que lo que envían en remesas.

El programa México te Abraza, cuya nueva edición se presentará próximamente, representa ese enfoque humanista que tanto necesitamos. En visitas a Tapachula, he constatado cómo estos mecanismos protegen a connacionales de abusos mientras se garantiza su reintegración.

La advertencia final de Sheinbaum resume décadas de lecciones migratorias: “Las políticas discriminatorias dañan economías y sociedades”. Un principio que, como profesional en el tema, he visto confirmarse una y otra vez a ambos lados de la frontera.