La administración de Donald Trump elevó la tensión en el escenario comercial global al exigir a sus socios cerrar acuerdos antes de un plazo límite este miércoles. A partir del lunes, EE.UU. enviará notificaciones advirtiendo sobre posibles aranceles elevados, que entrarían en vigor el 1 de agosto.
Esta estrategia genera volatilidad para empresas, consumidores y aliados comerciales, mientras persisten dudas sobre qué naciones recibirán avisos y si habrá cambios de última hora. Aunque Trump y su equipo no descartan prórrogas, mantienen una postura firme para forzar concesiones.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, afirmó en Face the Nation (CBS) que el presidente evaluará el momento preciso para suspender negociaciones: EE.UU. está abierto al diálogo, pero los plazos son reales. La decisión final corresponde al presidente
.
Stephen Miran, del Consejo de Asesores Económicos, sugirió que los países que muestren flexibilidad podrían obtener extensiones, aunque subrayó que la presión continuará hasta lograr resultados concretos.