Adolescente confiesa que serie de TV lo inspiró a cometer feminicidio

En un giro que parece sacado de un guion macabro, un joven de San Quintín declaró a las autoridades que su ídolo televisivo —un asesino ficticio— le dio el “manual perfecto” para convertir a Keila Nicole, una niña de 13 años, en su víctima. La fiscalía, entre atónita y perpleja, admitió que ni siquiera los expertos en psicopatías lograban descifrar un móvil… hasta que el imputado les recordó que, en la era digital, hasta los monstruos tienen sus influencers.

El crimen, ejecutado con una precisión que horrorizó a Baja California, incluyó decapitación, desmembramiento y la desaparición calculada de evidencias. “Pensé que era un episodio interactivo“, habría dicho el adolescente, según fuentes cercanas al caso, mientras las redes sociales estallaban en debates sobre si Netflix debería incluir advertencias más grandes o simplemente entregar un kit forense con cada suscripción.

La Fiscal General, María Elena Andrade, describió cómo la víctima intentó huir al notar el comportamiento siniestro de su acompañante. “Se refugió bajo un árbol, sin saber que el asesino en ciernes lo interpretaría como escenografía aprobada“, ironizó un analista durante la conferencia, donde también se cuestionó si las plataformas de streaming ahora otorgan créditos por crimen organizado.

Mientras el menor aguarda juicio, la comunidad exige respuestas: ¿Hasta qué punto la ficción alimenta a las mentes vulnerables? Y lo más importante, ¿cuándo empezaremos a vender detectores de psicópatas junto a los televisores?