El huachicol en México decomisa 38 millones de litros en seis operativos

¿Qué hay detrás de los 38.7 millones de litros de combustible decomisados en solo seis operativos contra el huachicol? Las cifras oficiales, obtenidas mediante documentos y fuentes dentro de Pemex, revelan un patrón alarmante: desde abril hasta julio, las autoridades han interceptado volúmenes suficientes para abastecer a 860 mil vehículos. Pero, ¿quiénes están detrás de este negocio ilícito y por qué persiste?

En Altamira, Tamaulipas, el pasado 1 de abril, se incautaron 10 millones de litros, seguidos por 8 millones en Ensenada, Baja California, el 28 de marzo. Mientras tanto, en Tabasco, el 29 de mayo, se decomisaron 3 millones, y en Comalcalco, Veracruz, el 15 de mayo, la cifra ascendió a 1.5 millones. Pero el golpe más reciente, y el más contundente, ocurrió en Saltillo, Coahuila, el 7 de julio, con 15 millones de litros incautados.

Testigos y expertos en seguridad energética señalan que estos decomisos son solo la punta del iceberg. “El huachicol no es un problema aislado; es una red bien estructurada con vínculos al crimen organizado”, afirma un exfuncionario de Pemex bajo condición de anonimato. ¿Hasta qué punto las autoridades están ganando la batalla? Los datos sugieren que, pese a los operativos, el flujo ilegal sigue activo.

La pregunta clave sigue sin respuesta: ¿Dónde termina este combustible robado? Investigaciones periodísticas apuntan a mercados negros en Centroamérica y Estados Unidos, pero las pistas se pierden en una maraña de complicidades. Mientras tanto, México sigue pagando el precio de un saqueo que parece no tener fin.