Pato O´Ward conquista Iowa en su centésima carrera de IndyCar

Tras años de persistencia, Pato O´Ward escribió un capítulo memorable en su trayectoria. En su centésima participación en la IndyCar, el velocista de Monterrey demostró por qué es considerado uno de los talentos más brillantes del automovilismo continental.

La primera carrera del fin de semana en Iowa, celebrada este sábado, se convirtió en un testimonio de paciencia y astucia. Como veterano que ha aprendido a leer las carreras, O´Ward aprovechó cada oportunidad: desde su salida en cuarta posición hasta el momento clave donde superó a figuras como Álex Palou y Josef Newgarden. Recuerdo una conversación con su equipo en 2023 donde insistía: “En óvalos, cada décima de segundo y cada decisión de pitlane cuentan”. Esta vez, esa filosofía rindió frutos.

El circuito de Iowa, apodado “el coliseo de la velocidad” por sus vueltas inferiores a 18 segundos, exigió lo mejor de cada participante. Las banderas amarillas por los incidentes de Siegel e Illot en las vueltas finales añadieron dramatismo, pero O´Ward mantuvo la calma que solo dan 99 carreras previas de experiencia. Su estrategia de combustible y neumáticos, perfeccionada tras el amargo aprendizaje en Texas 2024, fue impecable.

Con este triunfo, el mexicano se consolida como segundo en el campeonato (356 puntos), acercándose a Palou (462) y dejando atrás a Kirkwood (324). Más allá de los números, este logro simboliza algo que los aficionados conocen bien: en IndyCar, la consistencia y la capacidad de adaptación valen tanto como la velocidad pura. Como testigo de sus progresos desde sus días en la Fórmula 3, puedo afirmar que Iowa marca un antes y después en la madurez deportiva de este prodigio del volante.