Eiza González y el absurdo ritual de los 50 más bellos de Hollywood

En un giro que nadie vio venir (o más bien, que todos esperaban), la máquina de vanidades de Hollywood ha vuelto a engullir a la actriz mexicana Eiza González para colocarla en su altar anual de “Los 50 Más Bellos” de People en Español. Porque, como bien sabemos, nada define el talento artístico mejor que un concurso de popularidad decidido por editores que jamás han pisado un set.

La entrevista protocolaria con la revista no podía faltar: Eiza, ahora consagrada como producto de exportación, habló entre risas moduladas sobre su “privilegio” de ser elegida repetidamente por directores como Guy Ritchie. “Es un mentor”, dijo, omitiendo mencionar que en la industria del cine, los mentores suelen ser hombres que reparten oportunidades como si fueran caramelos en una piñata de nepotismo.

Sus proyectos recientes —desde películas bélicas hasta series de ciencia ficción— fueron enumerados con precisión milimétrica, como si un algoritmo hubiera dictado el currículum perfecto para mantenerse relevante. “¡3 Body Problem cambió mi carrera!”, exclamó, refiriéndose a esa etapa mágica en la que los actores descubren que interpretar a un personaje con acento ruso garantiza más premios que una década de telenovelas.

Y qué decir de sus humildes inicios: el rechazo de Plaza Sésamo (¿acaso no era lo suficientemente adorable para enseñar el abecedario?) y su paso por las telenovelas mexicanas, ese purgatorio donde las actrices sudan lágrimas de glitter antes de ser dignas de un Oscar. “Me enseñó adaptabilidad”, confesó, sin aclarar si se refería a actuar o a sobrevivir a los caprichos de los productores.

Así, entre frases cuidadosamente pulidas y sonrisas de portada, Eiza González se convierte en el último eslabón de una cadena de ilusión y Photoshop, donde la belleza se mide en contratos y la autenticidad en seguidores de Instagram. ¿El verdadero premio? Haber logrado que el sistema la nombrara “bella” sin preguntarle si ella quería participar.