El INE defiende el uso de voces generadas por IA en campaña electoral

El Instituto Nacional Electoral (INE) admitió haber empleado una voz generada por inteligencia artificial en un material audiovisual difundido en redes sociales como parte de su campaña informativa sobre la elección judicial. Este hecho desató un debate sobre los límites éticos y legales del uso de estas tecnologías, especialmente tras las críticas del gremio de actores de doblaje, quienes denuncian un vacío regulatorio en la materia.

En respuesta a las acusaciones, el INE aclaró: “Se trata de una voz 100% sintetizada mediante IA. En ningún momento se utilizó la voz del actor José Lavat ni ningún otro registro vocal protegido”. La declaración llegó después de que Gisella Casillas, viuda del reconocido actor Jorge Lavat, expresara su malestar por el parecido de la voz artificial con el estilo característico de su esposo en series como Dragon Ball.

Desde mi experiencia en comunicación institucional, he visto cómo los recortes presupuestarios obligan a buscar alternativas innovadoras. El INE mencionó que un recorte del 40% los llevó a optar por soluciones internas “creativas pero legales”. Sin embargo, como aprendí en proyectos anteriores, la tecnología no debe reemplazar el talento humano sin diálogo previo con los sectores afectados. El instituto aseguró que habitualmente contrata actores nacionales para cápsulas y spots, pero este caso expone la urgencia de actualizar las normas ante realidades tecnológicas cambiantes.

Más allá de la polémica, el video cumplió su objetivo: generar impacto informativo sobre la elección del Poder Judicial. No obstante, como suele ocurrir en estos casos, el debate derivado revela una lección clave: la innovación requiere marcos éticos claros para evitar desconfianza ciudadana.