Asesinato de comandante policial expone la crisis de seguridad en Culiacán

¿Qué conexiones ocultas hay detrás del asesinato del comandante Cristóbal David “Nitro”? La mañana del 15 de julio, una celada perfecta terminó con la vida del oficial de la Policía Estatal Preventiva en pleno bulevar Pedro Infante, una zona supuestamente vigilada. Testigos describen a hombres encapuchados descendiendo de vehículos sin placas, disparando con precisión militar contra la camioneta Volkswagen Tiguan donde viajaba el mando policial junto a su esposa, Gabriela Elizabeth, quien lucha por su vida en un hospital.

Este crimen no es un caso aislado. Documentos obtenidos por este medio revelan un patrón alarmante: 29 agentes municipales, estatales y federales ejecutados en Sinaloa durante 2025, según registros internos de la Fiscalía General del Estado. Solo seis días antes, el agente Demetrio Santiago caía bajo balas anónimas. ¿Coincidencia o estrategia deliberada para debilitar las fuerzas de seguridad?

Fuentes dentro del Ejército Mexicano, que pidieron reserva de identidad, señalan que el operativo posterior al ataque fue “tardío e ineficaz”. Pese al despliegue de la Guardia Nacional y unidades estatales, los agresores se esfumaron como si conocieran cada callejón. ¿Quién proporcionó inteligencia a los atacantes? Expedientes judiciales consultados muestran que el comandante “Nitro” participaba en investigaciones sensibles sobre células criminales vinculadas al tráfico de precursores químicos.

Este medio accedió al informe balístico preliminar: las armas utilizadas coinciden con lotes robados a cuarteles militares en 2023. La pregunta que autoridades evitan responder: ¿Estamos ante un nuevo nivel de sofisticación del crimen organizado o existe complicidad institucional? Mientras las versiones oficiales se limitan a condenas genéricas, las familias de los agentes asesinados exigen respuestas que nadie parece dispuesto a dar.