La élite del tenis se reúne en el US Open con Sinner y Sabalenka al frente

En un espectáculo que promete más drama que una telenovela vespertina, los actuales monarcas del cemento, Jannik Sinner y Aryna Sabalenka, lideran el desfile de glorias pasadas y presentes que se han apuntado al US Open como si fuera el último tren de la fama. Entre los inscritos hay diez exganadores, porque en el tenis, como en la política, nadie se retira: solo esperan su próxima oportunidad para resucitar.

La Asociación de Tenis de Estados Unidos, en un alarde de transparencia digno de un reality show, anunció que entre los participantes hay 18 campeones de Grand Slam. Una cifra que, curiosamente, coincide con el número de sponsors que aparecerán en cada pantallazo televisivo durante el torneo.

El criterio de clasificación, basado en el ranking del 14 de julio, fue tan estricto como un examen de kindergarten: los hombres necesitaban estar entre los 101 mejores y las mujeres entre las 99 primeras. Rigor deportivo en estado puro.

Sinner, recién coronado en Wimbledon tras derrotar a Alcaraz (quien ahora sabe lo que se siente al ser el segundo plato fuerte), llega con su cuarto trofeo mayor bajo el brazo. Mientras, Sabalenka, eliminada en semifinales por Anisimova, demuestra que incluso las reinas del circuito tienen días de princesa.

Como era de esperar en este circo globalizado, Estados Unidos lidera el conteo de participantes con 30 tenistas (16 mujeres y 14 hombres), porque en tierra de hamburguesas, el sueño americano incluye wild cards y patrocinadores multimillonarios.

La lista también incluye a veteranos que usaron rankings protegidos, porque en el tenis profesional los 30 son los nuevos 80. Kyrgios, Kvitova y Cirstea demostrarán que la experiencia es un grado… aunque el cuerpo pida retiro.

El espectáculo comenzará el 24 de agosto, cuando las raquetas empiecen a golpear pelotas y los patrocinadores a golpear mentes. Porque al final, más que un deporte, esto es un negocio disfrazado de pasión.