Trump descubre que México es un narcoestado perfectamente funcional

En un alarde de perspicacia geopolítica digna de Los Simpsons, el Expresidente Trump reveló hoy el secreto mejor guardado desde la independencia de 1810: los cárteles no solo controlan el narcotráfico, sino también el termómetro democrático de la nación azteca. El genio que resolvió el conflicto palestino-israelí con un mapa de Sharpie ahora diagnostica que los funcionarios mexicanos temen ir a trabajar, como si las oficinas públicas fueran sucursales de Breaking Bad con cafetera.

“Tienen un control muy fuerte sobre México (los cárteles). Tenemos que hacer algo al respecto. No podemos permitir que eso siga ocurriendo”, declaró el hombre que en 2018 sugirió bombardear plantíos con misiles nucleares, demostrando así su compromiso con soluciones proporcionales.

El oráculo de Mar-a-Lago habla

Según el Nostradamus del spray bronceador, las autoridades mexicanas operan bajo un esquema innovador donde los narcopolíticos reciben órdenes en sobres de cocaína en lugar de folios ministeriales. “Están aterradas de presentarse en sus oficinas”, insistió, omitiendo mencionar que muchos legisladores prefieren el home office desde centros nocturnos propiedad de los capos. La revelación explica por qué el presupuesto federal incluye rubros como “blindaje antibalas” y “cursos de supervivencia en tiroteos“.

Mientras tanto, en México, los ciudadanos aguardan ansiosos el siguiente episodio de esta telenovela geopolítica, donde el único guionista parece ser el mercado negro de estupefacientes. ¿Será que el próximo informe de la DEA incluirá un apartado sobre elecciones con prueba de drogas? El tiempo, y el próximo cargamento de fentanilo, lo dirán.