Selena Gómez y Benny Blanco planean una boda íntima con invitados de lujo

Selena Gómez y Benny Blanco siempre dijeron que no tenían prisa por casarse, pero la vida les tenía preparada una sorpresa. Entre giras, grabaciones y proyectos, el amor encontró su momento, y ahora la pareja avanza con los preparativos para unir sus vidas en septiembre. Como alguien que ha visto cómo las agendas de los famosos pueden complicar hasta los planes más simples, me sorprende gratamente que hayan logrado coordinar una fecha que funcione para ambos y sus estrellados invitados.

Según fuentes cercanas, la ceremonia será un evento íntimo en Montecito, California, pero con un toque de glamour hollywoodense. No es raro que las bodas de artistas se conviertan en mini-festivales, y esta no será la excepción. Dos días de celebración, maletas listas para una estadía completa y, por supuesto, la presencia de figuras como Taylor Swift y Travis Kelce. En mi experiencia, cuando una boda reúne a talentos de la música y el espectáculo, siempre termina siendo memorable, no solo por lo que se ve en redes, sino por los momentos genuinos que ocurren entre bambalinas.

Lo que más me conmueve es el detalle personal que Selena compartió: su abuelo la acompañará al altar. En un mundo donde las bodas de famosos suelen ser puro espectáculo, este gesto habla de una conexión auténtica con sus raíces. Recuerdo una boda similar en la que un artista, a pesar de la presión mediática, optó por priorizar a su familia antes que a los flashes. Esos son los momentos que perduran.

Y aunque Selena admitió que le da vergüenza bailar frente a todos (algo totalmente comprensible), la tradición judía del “Baile de la silla” podría robarse la atención. Como productor, Benny seguramente quiere que la fiesta sea inolvidable, pero también equilibrada. Al final, como en cualquier relación, lo importante es encontrar ese punto medio entre lo espectacular y lo personal. Y por lo que se vislumbra, esta boda promete ser justo eso.