Bala perdida mata a mujer durante atentado contra comandante en Culiacán

CULIACÁN, Sin. — ¿Qué conexión existe entre el ataque contra un comandante policial y la muerte de Efigenia “N”, esposa de un militar? La bala que segó su vida durante la persecución del oficial José Carlos “N” revela patrones inquietantes en la espiral de violencia que sacude Sinaloa.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que el atentado inició a escasos 200 metros de la caseta de vigilancia del Zoológico, en el malecón viejo. Testigos relataron a este medio cómo al menos tres sujetos armados abrieron fuego contra el Nissan Tsuru del mando policial, quien logró activar el botón de pánico mientras huía hacia la colonia Las Quintas.

El operativo conjunto desplegado —con participación de policías municipales, estatales y el Ejército— terminó en un enfrentamiento en Tres Ríos. Sin embargo, las autoridades no han esclarecido: ¿Quiénes ordenaron este ataque? ¿Por qué persiguieron al comandante en plena zona urbana?

La tragedia colateral ocurrió en el malecón nuevo. Efigenia “N”, alcanzada por un proyectil vagabundo, se convirtió en la víctima 45 de una lista macabra: 44 elementos de seguridad ejecutados en 10 meses. El último, el comandante Ricardo Eleno “N”, asesinado cuatro días antes.

Documentos obtenidos por este medio muestran que siete de cada diez agresiones contra policías en Sinaloa ocurren en un radio de 500 metros de puntos estratégicos. Expertos consultados señalan que esta audacia delictiva responde a una estrategia de intimidación sistemática.

Mientras las versiones oficiales hablan de “hechos aislados”, los patrones geográficos y temporales dibujan un mapa de terror calculado. La pregunta que queda flotando: ¿Quién está marcando como blancos a los mandos policiales y por qué?