Alicia Villarreal desafía a su ex en una guerra por su fortuna

En un giro digno de una telenovela barata, Alicia Villarreal, la diva de la música regional, se erige como la heroína trágica de su propio melodrama legal. La intérprete, cuya vida personal parece escrita por un guionista con fijación por el caos, declaró estar preparada para luchar contra su exesposo, Cruz Martínez, quien —oh, sorpresa— podría reclamar la mitad de su fortuna gracias al sagrado vínculo del matrimonio en bienes mancomunados. ¡Qué romántico!

Durante un interrogatorio digno de la Inquisición (también conocido como el programa “Venga la alegría“), la cantante espetó que no permitirá que el músico disfrute de lo que ella construyó con “esfuerzo y años ininterrumpidos de trabajo”. Porque, claro, en el mundo del espectáculo, el éxito siempre es fruto del sudor y no de los caprichos del azar o los favores de la industria.

Sin entrar en detalles legales —que, según ella, le están prohibidos—, Villarreal soltó la frase predilecta de todo protagonista de reality: “Estoy lista para lo que tenga que ser“. Una declaración tan vaga como amenazante, que sugiere batallas épicas en tribunales o, al menos, un buen drama en redes sociales.

La artista, quien recientemente denunció violencia en su matrimonio, aseguró que ya no teme enfrentarse a sus detractores, incluidos su primer marido, Arturo Carmona, y un empresario asociado a su exproductor. “Nunca he hablado las cosas como son“, confesó, en un raro momento de lucidez que seguramente durará hasta el próximo escándalo.

Entre lágrimas no derramadas y frases cuidadosamente calculadas, Villarreal insistió en su narrativa de mujer trabajadora e incomprendida. Porque, en el circo de las celebridades, el victimismo es el mejor acto de equilibrismo.