Maryfer Centeno enfrenta críticas por su conducción en LCDLF3

La tercera temporada de La Casa de los Famosos México arrancó con una Gran Fiesta de Estreno que no pasó desapercibida, especialmente por la polémica participación de Maryfer Centeno como presentadora. Transmitido en YouTube, el evento generó un torrente de comentarios negativos hacia la grafóloga, quien fue blanco de burlas tanto del público como de sus colegas en vivo.

¿Qué desencadenó el rechazo? Centeno cometió varios deslices: desde comentarios incómodos hacia los invitados hasta interrupciones constantes, lo que llevó a los espectadores a cuestionar su presencia en el programa. El momento más viral llegó cuando el influencer Gerudito ironizó sobre sus teorías de colorimetría, provocando risas entre el elenco y resaltando la falta de química en el escenario.

Pero aquí hay una reflexión disruptiva: ¿y si esta oleada de críticas es en realidad una estrategia calculada? En la era del engagement, la controversia genera atención, y Centeno —experta en comunicación no verbal— podría estar jugando un juego maestro. Mientras otros ven fracaso, ella podría estar capitalizando cada mención para posicionarse como un personaje imprescindible en el reality.

El cambio de vestuario durante el evento (de un llamativo vestido morado a un traje rojo) no fue casual: fue un reinicio simbólico. En un medio donde la reinvención es clave, Centeno demostró adaptabilidad. ¿Será esta capacidad de pivotear ante las adversidades lo que finalmente la lleve a ganar relevancia en el programa?

Las redes sociales ardieron con memes y debates, pero en el ecosistema de los realities, incluso la crítica es una forma de éxito. ¿Estamos ante un caso de “mala publicidad es mejor que ninguna publicidad”? El tiempo dirá si Centeno convierte este caos inicial en una narrativa de redención o si, por el contrario, se consolida como el villano involuntario que el público ama odiar.